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Hace tan solo unos días Apple lanzó al mercado su última creación, el iPhone 4S. La aparición de este novedoso aparato ha reabierto el debate ya existente sobre la calidad de las cámaras compactas y la de los teléfonos móviles.Es difícil que podamos imaginar que un móvil pueda tener la misma calidad que una compacta.
Sin embargo, son cada vez más los fotógrafos profesionales que confían en estos dispositivos y los utilizan a diario en su trabajo. Este dispositivo nos deleita con un procesador, un mecanismo gráfico de doble núcleo, siete veces más potente que el anterior y un procesador de señal digital. También cuenta con 8 megapíxeles y tiene autofocus. Incorpora además mejoras ópticas que eliminan el ruido en condiciones lumínicas muy bajas.
Este debate ha provocado distintas opiniones y según el fotógrafo Hugo Navarro “no se puede saber qué fotos tienen más calidad si no se hacen las pruebas bajo las mismas condiciones y se analiza cada imagen en alta definición”.
La marca de Steve Jobs no ha sido la única capaz de lanzar al mercado teléfonos móviles que puedan sustituir a las compactas. Nokia también se ha sumado a esta nueva etapa diseñando y produciendo el Nokia N8. Un teléfono que, según anuncia su propia página corporativa, "tiene la mejor cámara móvil del mundo" y se destaca, sobre todo, por sus 12 megapíxeles, un flash de Xenon, la lente Carl Zeiss -equivalente a 28mm y con una abertura de diafragma máxima de f/2.8.
Muchas han sido las opiniones y el periodista y fotógrafo Ramón Peco señala que “Con esta oferta en el mercado de los teléfonos móviles lo más probable es que las empresas productoras se vean obligadas a desarrollar máquinas compactas de gran calidad para convencernos de que necesitamos algo más que la cámara de un móvil”.
Cada vez más las marcas como Canon, Nikon y Pentax tendrán que producir cámaras compactas que aporten algo nuevo y que sean más baratas si su intención es seguir compitiendo en el mercado.
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